El Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas (AATIP) fue un programa secreto del Pentágono que duró 5 años, desde 2007 a 2012. Con un presupuesto de 22 millones de dólares, su objetivo fue identificar aeronaves no identificadas que puedieran resultar una amenaza para la seguridad nacional norteamericana. Sabemos de él gracias a que su director, Luis Elizondo, filtró información en 2017.
“Oficialmente”, el proyecto se clausuró en 2012. Pero sólo oficialmente, porque según datos de última hora, el Pentágono ha continuado en secreto con sus investigaciones de reportes y de avistamientos, confirmando las sospechas de muchos. Y no solo eso, sino que por fin han superado el rechazo de emplear un término estrechamente relacionado con los OVNIs (Fenómenos Aéreos Anómalos como ellos los llaman) para hacer referencia a los objetos de estudio, dando cuenta explícita del interés militar por el misterio más clásico de todos.