Las hembras pueden ser fecundadas por varios machos, ya que los espermatozoides comparten espacio una vez dentro de la hembra. Como resultado, han aparecido diferentes tipos de adaptaciones para que los machos se aseguren el éxito reproductor. Se pueden distinguir adaptaciones de dos tipos:
1. Conseguir un uso preferente del esperma. El caso más conocido es el que ocurre en algunas libélulas. El aparato reproductor del macho posee una estructura especial llamada cuerno del pene. Con esta estructura, el macho accede a la espermateca de la hembra (donde se almacena el esperma de los machos que la han fecundado) y extrae el esperma que pueda haber de otros machos. A continuación transferirá sus espermatóforos.
2. Evitar el apareamiento de otros machos:
a) Mediante tapones vaginales creados a partir de secreciones de los machos, impidiendo que otros puedan aparearse. Pueden ser secreciones que se endurecen, el mismo eyaculado o una estructura llamada “sphragis”, una especie de molde de la genitalia del macho que deja acoplado en la hembra a partir de secreciones.
b) Cópulas prolongadas, de forma que después del apareamiento, los machos permanecen acoplados a la hembra durante horas o incluso días.
c) Repulsión química gracias a una feromona de dispersión liberada por los machos que evita que otros se acerquen a la hembra.