Los Reyes Magos no siempre fueron tres. De hecho, los Evangelios canónicos nunca indicaron su número. Los primeros teólogos y exégetas cristianos discutieron este aspecto, y llegaron a establecer desde dos hasta varias decenas de Reyes Magos. Tres fue el número definitivo gracias al erudito Orígenes de Alejandría (184 o 185-254), quien vio lógico que si se ofrecieron tres regalos al recién nacido Jesús, tres debieron ser los oferentes, cada uno portador de una ofrenda. Sin embargo, posteriormente algunas obras representaron en ocasiones a un cuarto Rey de forma alegórica.
En la pintura que exponemos de Vasco Fernandes de inicios del siglo XVI aparece un nuevo Rey, con evidentes rasgos de un indígena sudamericano. Tiene sentido, pues los Reyes Magos también sirvieron para representar a las poblaciones de las distintas regiones del mundo que, independientemente de su procedencia, todos adoraban al Hijo del Dios Verdadero (los Tres Reyes representan a los pueblos de los tres continentes conocidos hasta 1492, Europa, Asia y África). Recordemos que en 1492 se descubrió América…