Parece que esta rana (Trichobatrachus robustus) tiene el cuerpo envuelto en mechones de pelo, ¿verdad? Pues nada más lejos de la realidad. Esos filamentos con aspecto de pelo son extensiones muy finas de la piel altamente vascularizadas. Su función es aumentar la superficie de la piel para incrementar el intercambio de gases (O2-CO2). Solo son los machos quienes poseen estas prolongaciones y aparecen en las patas traseras y en los laterales del cuerpo durante el periodo de apareamiento, cuando la demanda metabólica es mayor.
Aunque los anfibios posean pulmones o branquias, la piel juega un papel fundamental en la respiración. Se estima que al menos un 30% de la absorción total de oxígeno y hasta un 100% de la eliminación de dióxido de carbono ocurrirían a través de la piel. La difusión de los gases a través de este órgano es más lenta que a través de los pulmones y, por ello, el papel de la piel y los pulmones en la difusión de los gases varía a lo largo del año en los anfibios. Cuando las temperaturas son bajas, los anfibios entran en brumación (un proceso similar a la hibernación) para ahorrar energía, por lo que el consumo de O2 también se reduce sobremanera. En estas circunstancias, el intercambio de gases es mayor a través de la piel. En cambio, cuando las temperaturas son altas y el consumo de O2 es mayor, el intercambio de gases es mayor a través de los pulmones, dado que la piel no podría hacerse cargo de dicho aumento.
Los machos de la rana peluda pueden alcanzar los 11 cm de largo y son algo más grandes que las hembras. Esta especie suele vivir en la tierra, regresando al agua para la reproducción. Habita en bosques húmedos tropicales o subtropicales del centro de África, pero también en pantanos y marismas. Se alimentan de grillos, tenebrios, escarabajos, cucarachas, polillas, lombrices, etc. Como muchos otros animales, se encuentra amenazada por la pérdida de hábitat. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se encuentra en la categoría de preocupación menor.
Otro rasgo interesante es que esta especie es capaz de sacar una suerte de “garras” como si fuese Lobezno. Me explico. En las yemas de los dedos de las patas traseras poseen unos huesos con forma de gancho, los cuales están conectados a un nódulo óseo a través de tejido rico en colágeno y a un músculo por medio de un tendón. Cuando la rana se ve amenazada, el músculo y el tendón se contraen, el hueso ganchudo se libera del nódulo y perfora la piel. Esta “garra” puede producir profundos cortes al depredador y disuadirlo. De hecho, los cazadores de Camerún utilizan largas lanzas y machetes para cazar a este anfibio y evitar ser heridos por las peculiares garras.
Recuerda al funcionamiento retráctil de las garras de los gatos, pero tanto la anatomía como el mecanismo de salida son totalmente diferentes y únicos en vertebrados (por ejemplo, las “garras” de este anfibio son de hueso y no de queratina). Las “garras” pueden volver a su posición de reposo, aunque aun no está claro si la retracción es un proceso activo, pasivo o una mezcla. Asimismo, la posible regeneración de la piel y el nódulo óseo aun no se han documentado.
REFERENCIAS
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