El dragón de Komodo (Varanus komodoensis): el Godzilla de los lagartos

ALIMENTACIÓN Y FORMA DE VIDA

El dragón de Komodo (Varanus komodoensis), animal imponente donde los haya, es el saurio más grande de los que existen actualmente. Los machos adultos pueden superar los 3.5 metros y su peso puede sobrepasar los 90 kg. Al nacer miden 45 cm y son de hábitos exclusivamente arborícolas.

Se alimentan principalmente de carroña, pero también cazan y tienden emboscadas a sus presas, principalmente invertebrados, aves y mamíferos. Su fiereza es tremenda, llegando incluso a atacar y matar a indígenas en alguna ocasión. Con sus garras largas y poderosas atenazan a sus presas y con sus dientes curvados hacia atrás desgarran la carne.

Garras de dragón de Komodo
Garras de un dragón de Komodo. Animalandia – Lison

Poseen unas 60 piezas dentales de hasta 2.5 cm de longitud. No obstante, la mandíbula no es adecuada para masticar, por lo que tragan trozos grandes enteros. Pueden llegar a consumir de una sentada el 80% de su cuerpo en peso. Después de hacer la digestión regurgitan una masa con partes no digeribles (pelo, dientes, plumas).

Gracias a sus fuertes extremidades, construyen madrigueras de 1-3 metros de profundidad, donde descansan o se esconden para acechar a las presas. Además, y a pesar de su gran tamaño, son hábiles nadadores y trepadores de árboles. También son relativamente veloces, siendo capaces de alcanzar hasta 20 km/h.

Dragón de Komodo trepando a un árbol
Los dragones de Komodo son hábiles trepadores de árboles. Freepik – Gudkov

Su mordida es extremadamente peligrosa por dos motivos: por un lado, su saliva alberga más de 50 cepas bacterianas que pueden generar infecciones letales y, por otro, poseen un veneno que produce cambios en la coagulación de la sangre, desembocando en hemorragias e hipotensión. Por tanto, aunque la presa tuviese la suerte de escapar de un primer ataque, seguramente no llegaría muy lejos.

Su distribución geográfica se reduce tan solo a las islas de Komodo, Rinca, Gili Dasami, Gili Motang y Flores, en el archipiélago indonesio. La especie estuvo a punto de desaparecer debido al comercio internacional. Actualmente se encuentra catalogada como especie en peligro de extinción según la Lista Roja de la UICN. Está protegida por la ley de Indonesia y en 1980 se fundó el Parque Nacional de Komodo para contribuir a su conservación.

Dragón de Komodo
Estos animales pueden sobrepasar los 90 kg de peso y los 3.5 m de longitud. Animalandia – Reina

REPRODUCCIÓN POR PARTENOGÉNESIS

En 2006 se publicó un artículo en Nature que demostró la capacidad de esta especie de reproducirse por partenogénesis, un mecanismo de reproducción asexual. A pesar de que las hembras del estudio vivían en cautividad y no tuvieron contacto con machos en ningún momento, fueron capaces de poner algunos huevos viables de los que nacieron crías, todas ellas machos.

El estudio genético que se realizó sobre las crías dio como resultado que el genotipo (conjunto de genes) de la camada era idéntico al de la madre. En la partenogénesis, el óvulo se desarrolla sin ser fecundado por un espermatozoide dando lugar a un individuo idéntico a la madre, sólo que, en el caso del dragón de Komodo, salen machos. La explicación radica en que los cromosomas sexuales de las hembras de esta especie presentan la combinación ZW (en las hembras de mamíferos es XX), mientras que en los machos es ZZ (en los machos de mamíferos es XY). Dado que en la partenogénesis el macho no aporta sus cromosomas a través de su gameto, el cromosoma de la hembra se duplicará, dando como resultado embriones ZZ (machos) o WW, inviables estos últimos.

La partenogénesis se conoce en otros muchos grupos animales (platelmintos, crustáceos, insectos, algunos peces e, incluso, aves). También se había registrado en algunos reptiles, pero este trabajo fue el primero en dejar constancia de este tipo de reproducción en los dragones de Komodo.

REFERENCIAS

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