Amanita phalloides: la seta más venenosa del mundo

Popularmente se la conoce como oronja verde, oronja mortal o cicuta verde. A pesar de su aspecto inofensivo, Amanita phalloides es considerada la seta más venenosa del mundo (o, al menos, una de las más peligrosas), y no es por exagerar. De hecho, se le atribuyen más del 90% de los envenenamientos mortales causados por setas. Una pequeña porción de la misma puede mandar a un adulto al otro barrio.

No hay que dejarse engañar por las apariencias, pues se parece bastante a otras amanitas que sí son comestibles, como Amanita citrina. Amanita phalloides se caracteriza por tener un sombrero de color verde oliva que suele medir entre 5-15 cm. Las láminas son blancas o teñidas del mismo color que el sombrero. El pie es bastante largo, casi blanco en ocasiones, y presenta un sobresaliente anillo blanco con forma de falda y de aspecto flácido. En la parte inferior del pie aparece una estructura con forma de saco llamada volva.

Infografía de Amanita phalloides — **Comparación infográfica de las características de *Amanita phalloides* y un champiñón silvestre**. *ONG micófilos*

Su carne es blanda y blanca y con una tonalidad verdosa bajo la cutícula. Su sabor es dulce y agradable. Los ejemplares adultos emiten un ligero olor que a veces resulta nauseabundo.

Esta seta posee varios tipos de toxinas:

Amatoxinas: son absorbidas en el intestino y son las responsables de las intoxicaciones y del síndrome faloidiano severo, que afecta al hígado.
Falotoxinas (o phallotoxinas): aunque son muy tóxicas para las células hepáticas, no son absorbidas por el intestino, por lo que contribuyen poco en la toxicidad de esta seta. De hecho, se encuentran en otras especies comestibles, como Amanita rubescens.
Falolisina: se ha demostrado cierta actividad hemolítica en ensayos in vitro. Sin embargo, es susceptible a ser destruida por los ácidos gástricos, por lo que su ingesta por vía oral no suele ser peligrosa.

Ejemplares de *Amanita phalloides*. *Wikimedia Commons – Archenzo*

Las personas que se envenenan con este hongo presentan unos síntomas muy característicos que suelen aparecer a partir de las 6-24 h tras la ingesta. Los primeros son vómitos y diarreas fuertes e intermitentes que pueden desembocar en deshidratación. En casos graves puede haber hipotensión, taquicardia, hipoglucemia y acidosis. En la siguiente fase el hígado se deteriora y, como resultado, se suceden diarrea sanguinolenta, delirio, convulsiones y el coma. Las complicaciones suelen traducirse en presión intracraneal, hemorragia cerebral, sepsis, pancreatitis, insuficiencia renal y paro cardíaco. En ocasiones, los primeros síntomas remiten, dando una falsa sensación de recuperación, pero los síntomas más graves pueden aparecer posteriormente.

La intoxicación accidental es evitable, pues es relativamente fácil de identificar, incluso por personas no expertas, aunque habría que tener cuidado con los ejemplares jóvenes, ya que aun no tienen extendido el sombrero y podrían confundir.

Amanita phalloides crece en los bosques de coníferas y a la sombra de masas forestales caducifolias. Se encuentra disponible durante el otoño y primeros días de invierno, aunque se han llegado a ver ejemplares desde finales de verano. Es común en regiones con clima templado del hemisferio norte, siendo nativa de Europa y norte de África. En Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos ha sido introducida accidentalmente.

EL DATO

Algunos personajes célebres de la historia han sufrido los nefastos efectos de este hongo, entre ellos el archiduque Carlos de Austria (Carlos VI de Habsburgo), que falleció por ingesta accidental, o el emperador Claudio que, según unos, fue envenenado premeditadamente con este hongo y, según otros, se intoxicó accidentalmente.